El huerto en el colegio tuvo desde un principio el propósito de permitir a los niños tener un vínculo con la tierra, el ámbito vegetal, el ámbito animal y el cosmos a través de los trabajos que en cada estación se requieren.

En el huerto se trabaja con las directrices que Rudolf Steiner dio para la Agricultura Biológico-Dinámica, la que busca armonizar los cultivos con los procesos de la tierra y el cosmos, permitiendo de esta manera que las cosechas sean un verdadero alimento para el hombre.

Algunas de las verduras que se cosechan en el huerto son entregadas en la Cocina del Colegio donde se preparan los almuerzos de los niños cuyos padres han optado por esta posibilidad.

Hasta hoy las clases de huerto son parte del horario de clases especiales. Los niños se reúnen con su profesor de huerto en el terreno una vez por semana y ahí el profesor les indica y asigna los trabajos por hacer. Estos, según la estación, pueden ser: limpiar el corral de los animales, desmalezar las melgas de hortalizas, preparar un compost, harnear un compost, sembrar, cosechar, arar, etc.

En el huerto se organiza el trabajo con las plantas de acuerdo a las distintas edades de los niños. Las cosechas que de aquí surgen se las llevan los a sus casas de manera que puedan alimentarse a la hora de almuerzo con las hortalizas que ellos mismos han cultivado en el Colegio. El huerto además provee a la cocina con algunos de sus productos para los almuerzos que allí se preparan. Estos se complementan con ciertos lácteos y hortalizas que se adquieren en la granja biológico-dinámica de Cuyuncaví. 

(www.comunidadterapeuticadecuyuncavi.cl).